Vertbitsky Cerebro Kirchnerista vs. Icazuriaga Jefe de la SI (Ex SIDE), Informe Diferencias Internas en la Inteligencia del Gobierno K.

03.01.2013 16:25

VERTBITSKY VS. ICAZURIAGA INFORME INTERNAS EN LA INTELIGENCIA DEL GOBIERNO K.

Por Informador Público.

La reciente escalada de saqueos hizo descender un escalón más la credibilidad del sistema de inteligencia. Las conducciones de los organismos de esta área ya venían cuestionadas por no haber previsto el embargo en Ghana de la Fragata Libertad, el estallido de la crisis salarial en Gendarmería y Prefectura y la inconveniencia de que CFK se presentara ante los alumnos de Harvard, lo que derivó en un ya famoso papelón. Hay dos grandes bandos en esta interna. Por un lado, está la Secretaría de Inteligencia, donde Héctor Icazuriaga comparte el poder con su Subsecretario Francisco Larcher. La SI responde directamente a Carlos Zannini y a la presidente y en la vereda de enfrente está el aparato de inteligencia clandestina montado bajo el paraguas de Nilda Garré y Horacio Verbitsky por el Subjefe del Estado Mayor y Director de Inteligencia, General César del Corazón de Jesús Milani. Este grupo, donde está alineado también el CELS, viene apuntando a tomar el control de la SI desde el año pasado. El creciente deterioro político de Garré, que se ve recortada en sus funciones por el hiperactivo Secretario de Seguridad Sergio Berni, le quitó algo de fuerza al proyecto pero no lo frenó del todo. Prueba de esto es que Milani consiguió estirar un año más su reinado en el Ejército, imponiendo además el ascenso a generales de una decena de sus amigos. Hoy por hoy, Icazuriaga y Verbitsky están pulseando por el control de la inteligencia oficial y no se descarta la aparición de terceros con pretensiones. Es que alguien le habría escuchado decir a la presidente, en referencia a la falta de alertas de inteligencia exitosos que sufre su gobierno: “esto así no va más”. El siguiente informe profundiza en la interna de la inteligencia.

Inteligencia: ¿A quién se le escapa la tortuga?

Por Norberto Lamelas / Informe Reservado

Que “a alguien se le escapó la tortuga” y que “indudablemente hubo fallas de la Inteligencia de Estado”, fueron los puntos en los que concordaron el pasado sábado Eduardo Aliberti y Atilio A. Boron en torno a los violentos episodios delictivos que se registraron contagiosamente desde Bariloche al conurbano bonaerense. Curiosa resulta la manera en la que determinados sectores, en este caso progresistas o como gusten autodenominarse, actúan ante su propio pensamiento erróneo, operando de igual forma que quienes supuestamente están en las antípodas, como macristas a los que tantas veces se les ha criticado no sólo el no reconocer problemas propios, sino que ni permitirse la posibilidad de la equivocación, deslizando responsabilidades y culpas sobre un objetivo que al que les convenga coyunturalmente apuntar. ¿Acaso no saben Aliberti y Boron que no se puede realizar Inteligencia interna? Cuesta creerlo… ¿O aprovechan el desconocimiento de muchos para apuntar hacia la SI (que no debieran olvidar depende de Presidencia de la Nación) para lesionar su conducción, porque ese lugar siempre fue soñado por ellos, y muchas operaciones han sido montadas para generar el espacio para Horacio “el perro” Verbitsky (que anhela ser Señor 5), de quien piensan puede delinear políticas y hasta bajarle línea a CFK desde la contratapa de Página 12?

Que “a alguien se le escapó la tortuga” y que “indudablemente hubo fallas de la Inteligencia de Estado”, fueron los puntos en los que concordaron el pasado sábado Eduardo Aliberti y Atilio A. Borón en torno a los violentos episodios delictivos que se registraron contagiosamente desde Bariloche al conurbano bonaerense. Curiosa resulta la manera en la que determinados sectores, en este caso progresistas o como gusten autodenominarse, actúan ante su propio pensamiento erróneo, operando de igual forma que quienes supuestamente están en las antípodas, como macristas a los que tantas veces se les ha criticado no sólo el no reconocer problemas propios, sino que ni permitirse la posibilidad de la equivocación, deslizando responsabilidades y culpas sobre un objetivo que al que les convenga coyunturalmente apuntar.

Si entre los responsables del accionar de estas bandas organizadas se encuentra la mano negra de la política, sea “la” izquierda, Barrios de Pie, el michelismo, el moyanismo, el duhaldismo o lo que sea, como se deslizó, y si es que al mencionar “Inteligencia de Estado” apuntaban a la Secretaría de Inteligencia, ¿acaso no saben Aliberti y Boron que no se puede realizar Inteligencia interna?. Cuesta creerlo…

Ley 25.520 – Ley de Inteligencia Nacional

TÍTULO II: Protección de los Derechos y Garantías de los habitantes de la Nación

Artículo 4. – Ningún organismo de inteligencia podrá:

2- Obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, u opinión política, o de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o laborales, así como por la actividad lícita que desarrollen en cualquier esfera de acción.

Por lo que no queda más remedio que pensar que dichas afirmaciones apuntan a dos cuestiones:

- Una, no hacerse cargo jamás que dentro de sus discursos, el accionar de fuerzas de seguridad, es algo demasiado endemoniado como para admitir lo necesario su presencia, en esta oportunidad, ante los saqueos. Si alguna vez Aliberti, en vez de hacer negocios con la comunicación hubiese abierto un supermercadito, y una banda de delincuentes disfrazados de necesitados, hubiese irrumpido en su local para sólo sustraer botellas de todo lo que contenga alcohol, como sucedió, no lo imaginamos parado en la puerta expresando con su vozarrón a la policía: ¡no señores, la represión no es opción!. Para estos sectores, y comprensiblemente por el pasado, las fuerzas de seguridad siguen vinculadas al accionar represivo de la dictadura.

- Y otra, que aprovechándose del desconocimiento de muchos, apunten hacia el organismo de Inteligencia (que no debieran olvidarse depende de Presidencia de la Nación) para lesionar su conducción, porque ese lugar siempre fue soñado para tal sector. Y digamos lo que todos sabemos pero nadie admite públicamente: muchas operaciones han sido montadas para generar el espacio para Horacio “el perro” Verbitsky (que anhela ser Señor 5), de quien piensan puede delinear políticas y hasta bajarle línea a la Presidenta desde la contratapa de Pagina 12. La última (operación), las amenazas que Miguel Bonasso y Alberto Fernández recibieron mediante mensajes de texto en sus teléfonos celulares, afirmando que “desde la OJOTA-SI, Stiusso y Pocino le tienen interceptada la línea por orden de su ‘amiga’ Garré”. Nada mejor que involucrarse para despistar… ¿no?

Todo nos remite al mismísimo concepto macrista sobre cómo enfrentar los problemas. Nada mejor que señalar a otro para escapar. Se considera que las fuerzas de seguridad no debieran actuar porque no son confiables en su accionar, de allí que su conducción debe ser política, aunque en realidad no se entiende bien para que creen que son necesarias. Mientras tanto se las depura, se critica su accionar si es represivo, fundamentalmente a las provinciales, pero nada que pueda llegar a incriminar a la PFA, porque allí, está una amiga… Y si a su conducción, que por otra parte es nacional, es a la que “se le escapa la tortuga”, nada mejor que apuntarle la culpa a otro, en este caso a un organismo que depende de Cristina, para zafar, desviar la atención, y generar alguna posibilidad de interna que no pueda definirse para perdurar así en el tiempo. Nada mejor que tirar una bomba de humo para que no se vea lo que sucede.

Pero volviendo a los saqueos, según relató Raúl Kollmann, en los expedientes queda claro que los saqueos no fueron espontáneos, que hubo organización detrás, y las miradas están puestas en distintos protagonistas que tienen puntos en común: oposición al gobierno nacional y, en cada distrito, oposición al gobernador o al intendente local. En la metodología hay bastantes similitudes: rumores, mensajes de texto, punteros que le dijeron a la gente que tal supermercado iba a repartir bolsones de comida a tal hora, sin que esos comercios hubieran prometido nada. Los habitantes de los barrios humildes concurrieron y cuando se les dijo que la noticia era falsa, trataron de vulnerar la seguridad. Muchas veces hicieron punta los que están siendo investigados por la Justicia en cada lugar: punteros, barras, gremialistas (en especial de Camioneros), miembros de organizaciones sociales y hasta “soldaditos” que trabajan para los narcos.

Según el cálculo recogido en las fiscalías, uno de cada diez detenidos tiene antecedentes. Y según los expedientes, la inmensa mayoría de los hechos no es por robo de comida.

Cabe pensar tal vez que se mal expresaron, y que al tratarse de bandas delictivas, cuando Aliberti y Borón hablaron de Inteligencia, se referían a la que indudablemente no realizó la policía. ¿Acaso ningún jefe de calle conoce a quienes pueden ser problemáticos en su zona? ¿O hubo complicidad? Aunque de todas maneras, de ser esta la opción, también implica para “Marca de radio” una “metida de pata” porque si de los “federicos” hablamos, allí recala la amiga Nilda Garré, y resulta inconveniente recordar lo que en la misma materia representó la denuncia sobre la existencia del programa “Proyecto X”, que acotamos, no fue abordado por los personajes en cuestión. Quedan muy expuestas las verdaderas intenciones cuando al denunciar, la mayoría de las veces con razón a “La Bonaerense” y otras policías provinciales, se juega a la distracción con fuerzas federales, con los antecedentes que reúne desde su función, su actual conducción.

Recordamos que la existencia de “Proyecto X” que involucró a Gendarmería Nacional, destinado a la realización de actividades de Inteligencia interior expresamente prohibidas por la Ley de Seguridad Interior 24.059 y la Ley de Inteligencia 25.520, no resultó un caso aislado. Diversas denuncias concluyen en que desde la gestión de Garré se financió una amplia red de inteligencia clandestina cuyo armado se inició durante su gestión como Ministra de Defensa y continuó con su actual, como titular de la cartera de Seguridad. De tales denuncias se desprende que el general César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani gerenció uno de los grupos más importantes que le proveyeron a la Ministra inteligencia sobre las actividades de la oposición, oficialismo, y medios de comunicación. Curioso también resultó que a pesar que Milani ascendió a Subjefe del Estado Mayor del Ejército, retuvo el cargo de Director General de Inteligencia. Hecho inédito en la historia del Ejército Argentino.

Esta acumulación de cargos, incompatibles entre sí, es leída por muchos como prueba de la importancia que representa el hecho que Milani continúe al frente de la Inteligencia castrense porque de ser desplazado, ¿qué podría allí encontrarse?

Desde ese mismo sector al que nos referimos, falso progresista, se sostiene que la inseguridad es algo tan sólo inflado desde ciertos medios de comunicación con intencionalidad política, cuestión a la que adherimos y denunciamos también, aunque alertamos sobre la utilización de ese discurso por parte de aquellos incapaces de reconocer errores, para esconder las responsabilidades de quienes son afines a su tendencia.

Y a los ejemplos me remito:

- En el primero, Nilda Garré, destacó recientemente y a modo de contraponer lo que está al tope de la “agenda” popular con lo que dicen los números, que Argentina se encuentra entre los países que menos tasa de delito registra en el continente. “Argentina está junto a Chile y Uruguay en los primeros tres lugares en cuanto a la sensación de inseguridad, pero en los tres últimos en cuanto a tasas de delito”. Hablando en criollo, la Ministra nos quiso decir que no hay que ser exagerados con la preocupación por la inseguridad y que no hay que dejarse llevar por ciertos discursos alarmistas. Puede ser que las estadísticas internacionales confirmen lo indicado, aunque no son tales instrumentos nunca medida exacta de la realidad en cuanto a políticas aplicadas. Si se gobierna por estadísticas, vamos mal. En la calle, la sensación que se tiene, es que constantemente se camina entre distintas bandas, que un día te la pueden dar o no, y que ahora sí son imposibles de negar quedando perfectamente visualizadas a partir de los desmanes vividos. Tales delincuentes, que fueron ninguneados o subestimados, ¿aparecieron justo ahora, y de la nada?

- Otro ejemplo, muy repetido en discursos de este falso progresismo, es que la seguridad no se logra con más policías, sino con más inclusión. En esto último, totalmente de acuerdo. No se puede ni debe reprimir la protesta de un pueblo cuando está hambreado. Pero pareciera que a estos iluminados del pensamiento les costara dar el paso siguiente. ¿Qué significa esto? Que encontrándonos viviendo una situación impensada hace diez años atrás, bajo un Gobierno en el que la inclusión ha dejado de ser bandera o panfleto para transformarse en hechos, en el que la desocupación se mantiene en un digito y en torno a los 7,5 puntos, rodeados de crisis de este y el otro lado del océano y a pesar de ello se sigue creciendo, donde excluidos como consecuencia de las políticas de los noventa encuentran asistencia por parte del Estado (reconocido hasta por una que otra cacerolera: “les dan casa, comida, ropa, escuela y hospital”), donde a los colegios se volvió a estudiar y no a comer, año tras año elevando records de escolarización con el consecuente control sanitario…, cuando ya no hablamos de un pueblo oprimido sino de delincuentes escondidos tras humildes, las fuerzas de seguridad deben actuar. De hecho, ellos mismos se asemejan a la crítica burlona de Larrata (así lo llama Aliberti a Lanata) cuando caricaturiza la figura de Sergio Berni, quien se pone al frente de distintos operativos, llamándolo “SuperBerni”. Si se sigue buscando evitar la acción, ¿será porque quién la debe ordenar no se siente segura de que serán cumplidas al pie de la letra, cuestión que no pudo garantizar ni con su propio hermano, desplazado de sus funciones por haber sido uno de los responsables de la rebeldía desatada en Gendarmería y Prefectura ante la mal liquidación de sueldos?

- Si seguridad no es más policía, con lo que ello representa, ¿cómo se entiende que con los gendarmes y prefectos enviados a los barrios del sur porteño, la problemática disminuyó sensiblemente en esa zona?. Según mismos datos oficiales, en esos barrios donde se desplegó el denominado “Cinturón Sur”, los robos bajaron un 22 por ciento, los robos a mano a armada casi cayeron a la mitad y el robo automotor disminuyó en un 38 por ciento. La presencia de efectivos, indudablemente, también disuade.

Pero la Presidenta, aunque con casi nulos comentarios por parte de quienes se sienten comandados desde la contratapa de Página 12, demostró leer correctamente una vez más lo que sucede a pesar que, estos sectores también con responsabilidad en cargos ejecutivos y poder ante la generación de opinión, insisten en sus ya probadas erróneas convicciones. Así fue como luego del fallo absolutorio en el caso Marita Verón, en el marco del debate por la democratización de la justicia, “le puso los puntos a Verbitsky” quien cuestionó su discurso del 9 de diciembre en Plaza de Mayo respecto a que los magistrados liberan a delincuentes con antecedentes. Desde el CELS advirtieron que CFK legitimaba “la demagogia punitiva y el peligrosismo penal”. Cristina aseguró a posterior que “hay una gran demanda de democratización en la sociedad. Nunca me imaginé esta sentencia (en Tucumán). Sé lo que pasa, y a alguna organización (por el CELS) no le gustó y me lo reprochó públicamente cuando dije que los jueces dejan entrar y salir a narcotraficantes, gente que viola o que mata”. “No le gustó a una organización, pero nunca pensé que esto pudiera pasar en este juicio (por Verón). Y apuntó: “Me hago cargo de lo que digo. No tengo pruebas, pero no tengo dudas. Cuando hay dinero de por medio, puede estar el mundo tocando trompetas que no les importa nada, y no les importa nada porque claro, díganme qué otro poder del Estado y dentro de la sociedad tiene un cargo asegurado para toda la vida, y si hay que juzgarlo, lo juzgan únicamente sus pares y los abogados, que son los que dependen de ellos”.

¿Ocurrirá que estos sectores del pensamiento clarificado pueden moverse con agilidad y lógica solamente bajo situaciones extremas, de dificultad para todos, y cuando mejor marcha el país se enredan en peleas de poder, instancias que no saben superar, ocasionando internas dentro de un Gobierno al que en definitiva, distraen?

Frente al desafío de defender y afianzar lo alcanzado, ¿no es a estos sectores a los que se “les escapa la tortuga”?

Un viejo amigo que ya no está, y que no solía caracterizarse por su diplomacia, supo decirme: “si frente a mí no puedo elegir más que entre un hijo de puta y un boludo, me quedo con el hijo de puta. Porque de ese sabés lo que podés esperar, y por lo tanto, depende de uno actuar. Mientras que del boludo no esperás lo mismo, aunque tarde o temprano te puede dañar, sin querer y cuando menos lo esperás, de la misma manera”.

A los “h de p”, los conocemos e identificamos. ¿Quiénes serán los “boludos” que pueden estropear la historia que estamos, entre todos, escribiendo?

 

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